Comentarios recientes

aloeverahe
Inhumane? Or Inhuman?

Adeline
Play with a frog? But... what if I can't find him?

Joker-Davian Williams
Com,mas everyw,h,ere commas, everywhere, commas don't, belong everywhere,

Jarod Kintz
Imma do both just in case.

a casual observer
Exactly! The edit function is there for a reason, so that we can improve other …

Más

raychu's cotizaciones

Todos cotizaciones

Pedro Muñoz Seca - Las Siete y Media
Y un juego vil que no hay que jugarlo a ciegas, pues juegas cien veces, mil, y de las mil, ves febril que o te pasas o no llegas. Y el no llegar da dolor, pues indica que mal tasas y eres del otro deudor. Mas, ¡Ay de ti si te pasas! ¡Si te pasas es peor!

Frank Herbert - Dune - El Miedo
No conocerás el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Solo estaré yo.

R.J. Logar - A Través del Velo: La Santa Compaña
Por la ventana de la habitación entran los cálidos rayos del sol, un sol que sale sobre buenos y sobre malos, que estuvo ahí millones de años antes de que llegásemos a esta vida, a veces caótica y frenética, pero otras, llena de luz y de alegría. Un sol que perdurará y que sobrevivirá a santos y a tiranos, a imperios que caerán y otros que vendrán. Un sol que, a su vez, es tan sólo un suspiro dentro del cosmos infinito.

R.J. Logar - A través del Velo: La Santa Compaña
Cerca de quinientas almas viven en esta pequeña villa amurallada de origen medieval que se eleva orgullosa sobre la cima de una colina, rodeada de verdes pastos y tierras de labranza. A lo largo de los siglos sus vecinos se han distinguido como gente sencilla y trabajadora.

R.J. Logar - A través del Velo: La Santa Compaña
En las noches de luna llena, la lívida luz se refleja en los adoquines del pavimento, que refulgen con un aura fantasmal, alimentando la imaginación de los cuentos de abuelas generación tras generación. Ese brillo mortecino abraza la soledad de sus calles en las noches eternas y se une al tenue ulular del viento evocando un lamento por la grandeza perdida de los tiempos pasados.