El ascensor es una cosa excelente, ya lo creo. Ofrece múltiples motivos de admiración. Haciendo un viaje en horizontal, siempre sabes adónde llegarás. En cambio, trasladándote en vertical, puedes acabar en cualquier lugar. Aunque las direcciones son tan solo dos, hacia arriba y hacia abajo, nunca sabes qué vas a ver cuando las puertas del ascensor se abran.