Dicen que Dios es amor y Marx es la síntesis, y dicen que nosotros somos la quijada del asno, una cuneta fusilada y un amanecer meado. Dicen que somos lo que Goya soñó en la fiesta del vino, el aullido de Ginsberg, la saliva en los labios del cojo Mantecas. Dicen que nuestro Padre, Pelayo, Ortega, Polanco, el que venga, lloró desconsolado al vernos nacer; que nos amamantaron con trilitas, que Lugosi conlgaba, era un tentetieso, arriba de nuestras cunas.