Quiero tu cuerpo en el claroscuro dormido, tus tetas perfectas, quiero los labios derretidos, tu coño en carne viva. Quiero que te olvides esta noche del Tornado, de ese predilecto perfil tuyo de posmoderna malfollada, que te escapes conmigo, que te pierdas y te diluyas en la madrugada de las calles del zotal... Que arrojes tus relojes al Genil, que te vengas conmigo, que arrojes tus relojes al Genil.