La marisma (zona húmeda de extraordinaria importancia como lugar de paso, cría e invernada para las aves europeas y africanas) es uno de los ecosistemas más sobresaliente de Doñana; aquél que le presta singularidad y al que debe su excepcional importancia como estación faunística. La playa, al sur, es el origen de las formaciones dunares constituidas por grandes extensiones de arena fina que se van amontonando sobre los pinares, conformándose así uno de los paisajes más espectaculares de Doñana.