Pensando en ti, ninguna herida sana sin cicatriz. ¡Así se derrumbó este amor! Como cientos de dominós en fila, cuando algún dedo el primero derriba. Como una casa alta hecha de cartas cuando una tormenta sopla su puerta de forma agresiva. Como empujar a un niño de un año y medio de vida, sin una maldita razón. Como un paracaidista que olvidó el paracaídas. ¡Así se derrumbó este amor!