¡Ser o no ser: esa es la cuestión! ¿Si es mejor para el alma soportar los golpes y dardos de la ultrajante Fortuna o rebelarse contra un mar de adversidades y en dura pugna darles fin? ¡Morir... dormir! ¡Nada más! ¡Y con el sueño poner fin al sufrimiento y a todos los males que son herencia de la misma carne! Es una consumación que piadosamente deseo. ¡Morir... dormir! ¡Dormir! ¡O quizás soñar! ¡Sí, eso preocupa! El sueño de la muerte. ¡Qué sueños tendremos cuando la muerte nos libere del agobio ter.