Los Shaltanac tenían una frase similar, pero dado que su planeta es algo excéntrico botánicamente hablando, lo mejor que pudieron inventar fue: "el arbusto jobeberry del otro Shaltanac es siempre un rosa rojizo de un tono más violeta." La expresión pronto cayó en desuso, y los Shaltanacs no podían más que ser felices, para sorpresa de todos los demás en la Galaxia, que no se habían dado cuenta de que la mejor manera de no ser infelices es no tener una frase para ello.