No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola.
No he querido saber, pero he sabido que nunca de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entro en el cuarto de baño. se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quito el sostén y se buscó el corazon con la punta de la pistola...