Veo que los chochos de las mujeres de este país están más baratos que las piedras, así que con ellos habría que construir las murallas, disponiéndolos en buena simetría arquitectónica. Se colocarían los mayores en primera fila, luego, haciendo un talud en badén, se dispondrían los medianos y finalmente los pequeños. A continuación, se podría hacer un hermoso entrelazamiento en puntas de diamante como en la gran torre de Bourges, con todas esas porras tiesas que moran en las braguetas claustrales.