Era el octavo de los diez hijos de la familia Jackson, una familia afroamericana de clase trabajadora que vivía en una casa de dos dormitorios en Jackson Street, en Gary, Indiana, una ciudad industrial en el área metropolitana de Chicago. Su madre, Katherine Esther Scruse, era una devota testigo de Jehová. Ella tocaba clarinete y piano y una vez aspiró a ser una artista country western, pero trabajó a tiempo parcial en Sears para apoyar a la familia.