Guido Dipietro
- El cumple de la tía
Por un minuto, póngase, querido lector, en los zapatos del personaje que experimentó este desapego temporal. Vivir todo un año encerrado, viendo cómo el tiempo pasa, y tras muchos meses de esto, ver que en efecto se encontraba aún en abril... ¿Cómo puede cualquier persona mantener su compostura ante esta situación? ¿Cómo se puede explicar a alguien la sensación de no poder confirmar qué día es, de no poder creer ni a los propios ojos, ni a la propia memoria?
Guido Dipietro
- El origen de una bestia
Pasan varias semanas. Ya había recuperado la compostura. Creo que es hora de salir de casa. Hice mi querido recorrido usual, tomando dos colectivos para llegar a mi Universidad. Bueno, "querido" es un eufemismo demencial, demoníaco, desagradable, e incómodo. Incómodo como tener que tener ropa mojada todo el día. Desagradable como encontrar una mosca en la sopa, junto con pelos, cucarachas, todo menos sopa.
Guido Dipietro
- La murga de Lasparedes
Estaba ya en la puerta, a punto de volverme a casa a comer bananas, pero tuve una idea. "La murga... ellos hacen muchas cosas... vomitan información... deben comer mucha para poder hacer eso. Voy a preguntarles." Claro que la murga tiene su propia oficina. Es la número 5752. Subí las escaleras gateando, hasta el piso 57, y les toqué el timbre con el pie. No obtuve respuesta, así que pegué un grito. Nada. Pateé la puerta, y al derribarla vi que tenía que entrar por la otra que estaba abierta.