Son cinco, de los que el mejor está en segundo lugar. El primero es más pesado que el cuarto, que a su vez tiene menos cola que el tercero. El último nunca está solo, cosa que no se puede decir del segundo. Hay dos rojos, dos con ranuras, uno triste, tres a los que les falta agua, uno encendido, dos con algo metálico. El más desparejo está detrás del menos sabio. El menos gordo está delante del más duro. Uno de ellos tiene muchas ganas de irse para no volver.