No voy a caer, aunque la tormenta pegue fuerte, aunque mil gigantes me rodeen, no voy a caer. Permaneceré anclado en la roca que es Cristo. No tengo otro destino vivo para él... Y aunque pase por el fuego, no me quemaré, y aunque pase por el agua no me hundiré, tú vienes conmigo una bandera alzaré. No voy a caer.