Thiery afirma que, a pesar de ser plenamente consciente de los peligros que entraña el aumento de las temperaturas, "ver las cifras desde la perspectiva de una persona, de un padre, es como recibir un puñetazo en el estómago." Los jóvenes de Oriente Medio y del África subsahariana, así como los de países de rentas bajas, son los que verán aumentar más su exposición. Tales estimaciones solo consideran los cambios en la frecuencia de los fenómenos extremos, pero no en su intensidad o duración.