La degradación del suelo provocada por el ser humano afecta al 34 % de las tierras agrícolas, unos 1.660 millones de hectáreas. Más del 95 % de nuestros alimentos se producen en la tierra, pero apenas se puede ampliar la superficie de tierra productiva. Aunque las zonas urbanas ocupan menos del 0,5% de la superficie terrestre, el rápido crecimiento de las ciudades está afectando significativamente a los recursos terrestres e hídricos, contaminando e invadiendo tierras agrícolas de buena calidad.